La capacidad pulmonar de los bebés es muy pequeña. Además su tos no tiene mucha eficacia, de manera que no les resulta suficiente para eliminar todas las secreciones. Los bebés tienen menos posibilidad para expulsar los mocos. Todo ello hace que las vías respiratorias, que aún son muy delgadas, se inflamen y obstruyan con mucha facilidad. Entonces, la respiración se va haciendo más rápida y diicultosa. La fisioterapia respiratoria incluye diversas técnicas que permiten expulsar el moco producido en las vias respiratorias con más facilidad.
Rapidez en los resultados
Los resultados de la fisioterapia respiratoria son rápidos. El niño duerme mejor y come mejor. Los beneficios son mayores cuanto más precozmente se trate al niño. Las sesiones de fisioterapia no excluyen que el niño necesite medicamentos de control de la inflamación bronquial, ni de alivio de los síntomas.
Así que es mu importante que los padres aprendan a reconocer los primeros síntomas de la infección respiratoria. De esta manera podrán intervenir para frenar el impacto de la misma en la saludo y en la calidad de vida del niño. Como decimos con frecuencia en esta web, «el fuego de los bronquios (inflamación), cuanto antes se apague mejor».